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HaShiSh - Cargando el Sitio
HSH Rock Soziety - Biografia

HISTORIA DE LA BANDA

Punk-Mod Caucásico desde el año 2000.

Cuando sale el sol, sale HaShiSh.
Cuando hay Luna llena, sale HaShiSh.

Creemos en las noches y en el amor a los sabios días.
Seguimos aquí.

Instrumentos en mano, listos para estallar.

Mr. Levon - Batería & Vocals
Dr. Uchee - Guitars & Vocals
Hermes-T - Bass & Vocals
Jean-P - Guitars & Vocals

Tilijan, Kavkazus

Debajo del “under”, el rock invisible.

¿Cómo olvidar tantos momentos vividos? ¿Cómo hacerlo? Al carajo con todo!

Definitivamente me encuentro en un estado único de embriaguez y gracia al escribir estas líneas. Que viva Hashish y su HSH…

Sé que se habían conocido en el patio de un Colegio Armenio, de la zona norte de Buenos Aires. Allí comenzó una aventura que se transformaría en misión musical cuando ambos personajes, Levón y Juan, abrazarían la era adolescente. Años y años haciendo canciones, canciones y más canciones. Sobraban... y para colmo eran realmente buenas! Llegó el viaje a sus raíces por el Cáucaso (donde ahí los conocí). Claro que nunca olvidaré esa tarde. Ya de vuelta, y ante la desesperación pudieron grabar en 1998 su primer EP llamado “EL JUEZ”: una obra de arte escatológica pero loable ante la pubertad del dúo lleno de fuego. Ahora, no logro dilucidar el año, pero creo que fue en el año 2000, cuando el bajo preciso y cauteloso de Ernesto logró formar lo que sería la primer formación oficial de HaShiSh. (esas dos “S” mayúsculas nunca entendí a que referían) Ensayos interminables en exóticos lugares, recitales a puro sudor y deseo, y una gran vocación para lograr que en el año 2002 fueran elegida una de las mejores bandas de la Ciudad de Buenos Aires. Tanto Pipo Cipolatti como el legendario Carlos Salvador Bilardo los habían elegido ganadores, lástima que el incipiente rock barrial los habría destronado del primer puesto. De esa experiencia me llevo haber escuchado su primer himno-canción “Tu Billetera” como cortina en la frecuencia “AM” de esas tardes.
Los años posteriores se dedicarían a resignificar y producir su primer album homónimo. Editado en el año 2006, era un resumen total de esa primer etapa. Aparte del gran himno “Tu Billetera”, canciones como “The Last Tranvía”, “Coco” o “Visiones” me remontaban a las melodías más brillantes de Kinks, Ramones o Green Day. Un costado étnico, histórico y repleto de cultura en “Iabbaráh” y “Gorbachov in Bife”, me acercaban un poco al costado intelectual de la banda. A fines de aquél año, deciden hacer una mega presentación en el Teatro Stella Maris, en las estepas de San Isidro. Yo denominaría esta etapa la “Era del Cocodrilo”, canción bonus track grabada en esa época. Pero, para culminar esa “belle epoque”, no sé como ni porqué deciden intempestivamente realizar una gira por los Estados Unidos de América, la cual se planea y se lleva a cabo durante los meses de Septiembre y Octubre del año 2007. Sacando el jugo a esa etapa, encontré una foto que lo resumía todo: cerraban las fechas en California tocando en el mítico Roxy de la calle Sunset Boulevard. Una gran experiencia. Así como saber que la edición de su primer video clip fue a metros de la Meca “924 Gilman St.” en San Francisco.
En Nueva York contactan a el genio póstumo de Arturo Vega, quien los bautiza como “Ramoneros Orgánicos”, vuelta a Buenos Aires, siguen las composiciones y la vida en los pentagramas. Enfilados a las puertas de editar un segundo álbum, vuelven a acudir a quien fue su primer productor, el músico Marcelo Rodriguez Arbonies, quien los acompaña en esta nueva tarea.
La historia de este disco editado en el año 2010, es la historia de una grandiosa obra. El arte de tapa, las canciones, el sonido logrado, lo hacen un álbum en el cual cuesta decidirse cuál es la mejor sonata, cuál es el estribillo más pegadizo. Peca de no tener temas de relleno sino que una canción es mejor que la otra, así como si fuese un “Greatest Hits Álbum” de una banda consagrada.
Ya en los albores de la actualidad, una inyección de poder y estilismo se insertó en la banda cuando Jean Paul ingresó como guitarrista-vocalista exquisito y bestial. Dejaron el trío atrás y se abocaron a seguir componiendo y seguir presentando las canciones más entrañables para mí. Sé que esa poligénesis continúa, sé que los volveré a ver.

Más abajo que el llamado “Under” y hasta por encima de “la nada”, están ustedes...La Roca Invencible.

Christopher Jonas